Mientras que la esperanza de vida de un gato callejero está entre los 3 y los 6 años, la de nuestros gatos domésticos está en unos 12 años aproximadamente. Pero nuestros mininos, como seres vivos que son, están expuestos a distintos tipos de enfermedades y problemas que van contra su salud y bienestar y en algunas ocasiones harán que su esperanza de vida, a veces no se cumpla. Aunque seguramente escribiremos entradas sobre algunas de las dolencias, clasificaremos los distintos trastornos en dos tipos:
- Enfermedades externas
Relacionadas con su piel y el pelo, los ácaros en gatos, la caspa en gatos y la sarna en gatos son los problemas más comunes. Los ácaros pueden adherirse también a los oídos del animal y alimentarse de la cera. La sarna está producida también por un ácaro. En los tres casos, echando un vistazo podremos ver que nuestro gato se rasca con mayor frecuencia o tiene zonas sin pelo. Además, si tenemos más animales, es muy fácil que se contagien.
Los hongos en gatos o la tiña en gatos (producida también por un hongo), son problemas que se crean en la capa más superficial del pelo, la piel y las uñas. Generarán un picor constante y ronchas sin pelo por distintas zonas del animal.
Las garrapatas en gatos es otro mal que pueden sufrir nuestros felinos. Aparecen en época de calor y si nuestro animal sale al exterior, tiene el riesgo de volver a casa con algunas de ellas chupándole la sangre, añadida a su piel. Las pulgas en gatos es otro problema que hará rascarse sin parar a nuestra mascota. Podremos erradicarlas con pipetas, collares anti pulgas o champús especiales.
Debido los problemas que acabo de comentar, se puede producir la alopecia en gatos (aunque también puede darse por otros problemas internos).
¿Qué enfermedades han tenido tus mascotas?
- Enfermedades internas
Tal y como nos sucede a los humanos, los resfriados en gatos son una realidad. El virus que nos afecta a nosotros (rinovirus) no es el mismo que afectará al gato (calicivirus felino). Se produce por contagio y notaremos que nuestra mascota sufre estornudos, secreción nasal y ocular, posible pérdida de apetito y quizás hasta fiebre.
Otros problemas en los felinos, serían los parásitos intestinales en gatos, como por ejemplo las lombrices en gatos. Si al limpiar el arenero vemos una especie de puntitos blancos que se mueven en las heces, tendremos que desparasitar a nuestro gato. Los parásitos también pueden mostrarse mediante diarrea en gatos. Lo recomendable en cuanto nos demos cuenta de este problema, será coger a nuestra mascota y llevarla al veterinario para una exploración.
La gran visión de los mininos no está exenta de problemas como la conjuntivitis en gatos.
Esta infección ocular provocará lagrimeo, irritación y picor en los ojos del animal. Seguramente el veterinario nos mande suero fisiológico para hacerle limpiezas y conseguir que vaya mejorando.
La preciosa dentadura de nuestros felinos, tampoco está a salvo de algunos problemillas. Uno de los más comunes es la gingivitis en gatos. Todos los gatos están expuestos y los síntomas más molestos es el dolor al comer (hasta el punto que el animal dejará de comer). Las encías se ponen de color rojo intenso e incluso puede provocar mal aliento en gatos. Normalmente las causas son un exceso de sarro y es posible que hay que hacerle una higiene al gato, aunque en otros casos puede ser uno de los síntomas de ser portador del virus de la Peritonitis Infecciosa Felina (PIF).
El moquillo en gatos es una enfermedad contagiosa que se encuentra en el ambiente. Este virus ataca a las células del intestino y de la médula ósea. Podremos evitar que nuestro gato la tenga, mediante vacunación. Los síntomas son secreción nasal, diarreas, apatía e incluso fiebres. Se contagia si el animal está en contacto con sangre o secreción nasal infectada.
Otra enfermedad difícil de detectar es la toxoplasmosis en gatos. Es muy leve y asintomática por lo que el gato podrá ser huésped y transmitirla, sin que nos podamos dar cuenta. Para poder ser infectado, nuestro gato doméstico debe cazar y comer aves, roedores o carne cruda. En este caso el riesgo mayor es para el ser humano, concretamente para las embarazadas ya que si un gato les contagia la toxoplasmosis, el feto podría verse afectado.
Seguramente hayas oído hablar sobre “perros rabiosos”, pero los gatos con rabia también existen. Además es una enfermedad mortal para el felino y puede transmitirse al ser humano.
La única manera de prevenirla es con una vacuna a los tres meses de edad. Notaremos al animal previamente cansado y con vómitos. Posteriormente lo notaremos irritable y con cambios de humor. Y en una fase final tendrá espasmos, entrará en coma y morirá.
La pancreatitis en gatos es una enfermedad silenciosa. El páncreas se inflama y puede alterar algunas funciones del animal como las hormonas o la insulina. Hay pocos síntomas como letargo o falta de apetito. Si creemos notar algún cambio en el apetito o el peso del animal, más vale prevenir y llevarlo a que lo mire un profesional.
Un problema muy común en la vejez, es la insuficiencia renal en gatos. Esta enfermedad va progresivamente de menor a mayor y se produce cuando ya existe un daño irreversible en los riñones. Uno de cada cinco gatos que superan los 15 años, sufre insuficiencia renal. Los síntomas suelen ser una falta de apetito, depresión, mucha más sed de lo habitual y mayor producción de orina.
Con la llegada de la tercera edad de los felinos, viene también la artrosis en gatos.
A partir de los 10 años, nuestra mascota ya se encuentra en su vejez. Sus cartílagos se van destruyendo progresivamente y aunque no nos dé muestras de dolor, notaremos que le cuesta más levantarse, moverse, caminar…
Visitando un veterinario, seguramente con una dieta especial y unos anti inflamatorios, podamos mejorar el bienestar de nuestro bichito peludo.
Una de las enfermedades más difíciles de tratar es la leucemia en gatos. Es un cáncer en un tipo de glóbulos blancos que están en la sangre y en la médula. El sistema inmunológico del animal queda tocado y es cada vez más difícil que pueda luchar contra otras enfermedades. Inicialmente no hay síntomas en las primeras dos semanas, pero posteriormente observaremos falta de apetito, fiebre, encías pálidas, vómitos, diarreas, descuido del aseo personal, entre otros. Un gato infectado puede transmitirlo a otro sano mediante la saliva, las lágrimas o secreciones nasales.
¿Qué enfermedad te parece más complicada?
Ante cualquier situación de todas las que hemos citado, siempre que tengas dudas, lleva a tu mascota al veterinario para evitar riesgos mayores. Por suerte hay muchos tratamientos para poder ayudar a los mininos: desde antibióticos para gatos hasta unas simples vitaminas naturales. No lo dudes y consulta siempre que notes algo raro, a un profesional.
Y si en el peor de los casos, nuestra mascota desarrolla algún problema mortal donde ya no hay vuelta atrás y no se va a poder curar, el veterinario está capacitado para matar gatos sin dolor (mediante una inyección).
De esta forma el animal pasará a mejor vida, dejará de sufrir y aunque nos quedemos muy tristes y afectados durante una temporada, nos quedaremos con los buenos recuerdos y las fotos que todos los años que pudimos compartir la vida con él.
Como lo prometido es deuda, ahora os dejo con todas las razas de gatos que existen. ¡Nada más y nada menos que 73 razas distintas!
Salud de los gatos
Para que nuestras queridas mascotas gocen de buena salud, debemos darle una serie de cuidados, visitar una vez al año al veterinario y estar pendientes a problemas que puedan ir surgiendo, como la pérdida de apetito.
Tanto si es tu primer cachorro, tus primeros gatos en adopción o has obtenido tu felino en criaderos de gatos, te recomiendo preguntarle a tu veterinario, buscar información en internet o bien comprar algún libro sobre los cuidados de los gatos.
Desde el momento de su nacimiento, lo habitual es que los cachorros estén con su madre durante al menos un mes y medio como mínimo, pero si quieres criar a tu mascota desde el minuto uno, existe leche para gatos recién nacidos de distintas marcas que puedes obtener para alimentar a tu bebé gatuno.
Además, la clave es mantenerlo siempre en un lugar tranquilo y calentito. Ten en cuenta que hasta la tercera semana no serán capaces de ver y oír nada puesto que nacen sordos, ciegos y sin poder caminar por si solos (hasta la cuarta semana aproximadamente). ¿Te ves capaz para hacer de madre felina?
Será también a partir de esa cuarta semana cuando tras salirle algún diente, puedan empezar a comer comida húmeda y quizás algo de pienso. Algunos gatitos se resistirán a dejar de tomar leche alguna semana más, para ellos la leche materna es la mejor comida para gatos, pero todos acabarán comiendo pienso y bebiendo agua finalmente.
Sobre el tipo de pienso, todas las marcas tienen un pienso para gatos de hasta un año (el tamaño del pienso es algo más pequeño). Es muy difícil saber cuál es el mejor pienso para gatos ya que depende de muchos factores como nuestra economía, el número de gatos que tenemos en casa y si le sienta bien o mal una marca concreta a nuestra mascota. Evitaremos los piensos que usan “derivados” en lugar del producto base directamente. ¿Qué pienso le estas dando a tus gatos?
También es interesante que sepas a grandes rasgos, los alimentos prohibidos para gatos que no le hacen bien para su salud y nutrición. Debemos evitar los alimentos con azúcares, en especial el chocolate. Los alimentos altos en grasas, frutas, hortalizas, así como todos los frutos secos en general, no beneficiarán a nuestra mascota. Seguramente hable con más detalle de este tema en alguna de las entradas de la página.